Durante esta pandemia que estamos viviendo muchas empresas y centros públicos oficiales han optado por el teletrabajo desde casa, pero ¿sabemos cómo hacer del teletrabajo una herramienta ágil y segura?

Lo primero que debemos tener en nuestra vivienda para teletrabajar con garantías es una buena conexión de fibra óptica que nos proporcione rapidez y fiabilidad en nuestras conexiones.

Una red Gigabit Ethernet (1Gbps) cableada es segura, estable y nos ofrece una velocidad de transferencia elevada y sostenida, por lo que quizás sea la red adecuada para nuestra vivienda.

INSTALACIÓN DEL CABLEADO.

Debemos tener en cuenta la posibilidad de llevar el cable a la estancia donde queramos colocar nuestro punto de conexión a la red. Las viviendas modernas no suelen tener ese problema ya que cuentan con una preinstalación de red en todas las estancias de la misma.

En el caso de viviendas más antiguas lo podemos llevar en superficie con grapas a la pared o empleando canaletas. Estas opciones son efectivas pero antiestéticas por lo que también podemos hacer la instalación interior, utilizando las conducciones de luz o por los falsos techos de la casa. 

De todas maneras, es una instalación cada vez más necesaria por lo que tampoco pasa nada si hacemos una pequeña roda y lo llevamos por el interior de la pared.

ELEMENTOS DE LA INSTALACIÓN.

Para que la velocidad de transferencia de datos sea lo más elevada posible y se acerque a 1 Gbps, además del cableado del que ahora hablaremos, necesitaremos que los nodos, o elementos de red, puedan administrar semejante volumen de datos, para ello los controladores de red deben ser del tipo Gigabit Ethernet 10 / 100 / 1000 base-T.

 

Actualmente los dispositivos se han estandarizado por normativa por lo que sólo debemos preocuparnos por este tema si tenemos pensado conectar algún dispositivo antiguo anterior a 2005.

 

El router debe ser adecuado y específico par este tipo de líneas. Los que nos proporcionan, generalmente, las compañías cuentan con cuatro puertos de ethernet, que se quedan un poco escasos en caso de que queramos conectar varios dispositivos de nuestra vivienda.

 

La opción en casos de  escasez de puertos o de cableado antiguo es colocar un switch o conmutador de red, que permita la conexión de diferentes dispositivos dentro de nuestra red de manera inteligente, y que es más rápido y más seguro que un concentrador.

 

Ahora vamos a prestar atención al cable de red. Para conectar dispositivos Gigabit Ethernet a la máxima velocidad es necesario que lo hagamos con cable del tipo 5e ó 6. 

 

Los cables UTP de clase 5 únicamente, no son aptos por no estar certificados para estándares 1000 Base-T.

 

Si la instalación cableada se hace totalmente inviable por razones constructivas ,por ejemplo, o si bien queremos conectar elementos o dispositivos como tablets que no cuentan con puerto ethernet lo mejor es una red inalámbrica Wifi 802.11ac que es menos estable pero muy práctica en estos casos.

 

Este tipo de redes wifi no ofrecen las prestaciones de una red cableada, sin embargo son los únicos tipos de redes que se acercan algo al rendimiento con cable. Para ello el IEEE 802.11ac debe aparecer implementando el router o en un punto de acceso inalámbrico dotado de tecnología multiple-input and multiple output y equipado con tres antenas o más.

 

LA IMPORTANCIA DE LA SEGURIDAD.

 

Ahora que tenemos montada nuestra red 1Gbps para trabajar es importante la seguridad de la misma para evitar situaciones desagradables en la red por eso os recomendamos encarecidamente que instaléis una VPN.

 

Una VPN es una Red Privada Virtual (Virtual Private Network) que nos permitirá tener un acceso seguro y privado a los recursos de red de la oficina a través de nuestra conexión a Internet.

 

Además la VPN nos aportará una seguridad extra evitando el acceso de terceras personas a nuestros datos ya que utiliza datos encriptados basados en IPSec (protocolos de seguridad) SSL/TLS, SSH o L2TP/IPSec.

 

Navegaremos a través del servidor de la VPN, que falseará nuestra ubicación y contaremos con un bloqueo ISP para que sólo puedan ver el contenido de nuestras comunicaciones en nuestra empresa o nuestros autorizados.